Tres de cada cuatro españoles consideran que a Pedro Sánchez y a Pablo Casado les separan más cosas de las que les unen, y simultáneamente, una mayoría de tamaño similar opina que el PSOE y el PP deberían tener una relación más estrecha, con un mayor grado de entendimiento.
La posición que combina ambas opiniones es la mayoritaria en el conjunto de la sociedad, es decir, que por encima de la percibida falta de sintonía política entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, los partidos deben procurar compartir un espacio de mayor cercanía para alcanzar acuerdos.
Este reclamo ciudadano, de una mayor proximidad entre los principales partidos, está hoy más extendido entre los votantes de izquierda, especialmente los del PSOE. Los electores de los partidos de la derecha, a pesar de desear que exista una relación más afín, se muestran menos proclives a ese entendimiento.
En líneas generales, los votantes de los partidos que en cada momento estén en la oposición (actualmente son los de derecha) suelen tener más dificultades para acomodarse en las posiciones pactistas, que perciben como más inmediatamente beneficiosas para el partido gobernante.